sábado, 14 de febrero de 2015

Polémica, malas críticas y la tía Mame al rescate.

Mame, el musical que estuvo a punto de no suceder, se vio envuelto en polémicas y malas energías que atrasaron su estreno. Desde su inicio, donde su entonces protagonista Verónica Castro renunció sin decir más lo cual culminaría en la contratación de la actriz Itatí Cantoral envuelta en mala publicidad y desacreditación, seguido de la renuncia a unas semanas del estreno, del maestro José Solé quien fungía como director escénico, Mame parecía tener un futuro incierto y a juzgar de muchos sería el fracaso de la era del teatro musical mexicano.

Tardaron aproximadamente 20 años en reponer esta obra que era originalmente esteralizada en el país por Silvia Pinal y en su versión norteamericana más famosa por Angela Lansbury.

Ro Producciones arriesga reponiendo este clásico familiar y anteponiéndose a todos los comentarios negativos de propios y extraños, estrenan en enero esta obra en el Teatro Hidalgo; como siempre he dicho que es bueno tener tu propia opinión y criterio, este viernes 13 de febrero me aventuré a verlo.

Mame, nos cuenta la historia de una señora ricachona que se la vive en la fiesta y a raíz de la gran depresión económica que surge en los Estados Unidos en el año de 1929 queda sin dinero y empieza a aventurarse en lo que es vivir junto a su pequeño sobrino Patrick, la nana de este (Agnes), su mejor amiga Vera Charles y su fiel mayordomo (Ito).

Musicalmente hablando no es una partitura compleja e ilógico sería compararlo con otros musicales en cartelera, es otro género completamente y no por eso deja de ser "teatro musical" y requerir lo que eso implica.

Al inicio de la obra sale una María Filippini bien entrada en el personaje de Agnes, veterana del teatro musical mexicano y aunque a ratos parecía estar cansada vocalmente, hizo una interpretación bastante encomiable de la niñera de Patrick Dennis, personaje que interpreta el pequeño Eddy Valenzuela, quien recientemente ganó una edición de un famoso reality show de canto infantil, cumpliendo con su propósito de enternecer la historia; Eddy va como la espuma, pese a algunos detallitos vocales que son obvios y lógicos por el cambio de voz que se avecina para él, el pequeño Eddy mostró profesionalismo y entrega en el escenario.

Después nos encontramos en su noche de debut, a una experimentada Ana Cecilia Anzaldúa en el papel de Vera Charles, a quien el recientemente exitoso y concluído Wicked donde ella era estelar, le ha dejado una gran escuela que dejó ver en función, actoralmente la encontré más resuelta como vocalmente mejorada, ya que la nasalización a la que solía incurrir antes, ha desaparecido casi por completo y eso habla de un trabajo de disciplina, conciencia y compromiso artístico.

Pablo Cheng que más chistoso no pudo ser en función, me pareció un buen cómico y espontáneo, a ratos valiéndose del cliché sin llegar a exagerar ni descuidar la historia, fue uno de los más aplaudidos y que más risas hizo soltar al público.

La tía Mame, interpretada por Itatí Cantoral, considerada por los conocedores del ámbito teatral como demasiado joven para el papel, demostró buena capacidad interpretativa durante la función, si bien se mostró un tanto temerosa dancísticamente hablando y vocalmente no tiene mucho que ofrecer, su entrega se agradece y yo disfruté mucho verla en el escenario. Lo que es claro es algo: la mujer no es cantante y tampoco parece que pretenda serlo, no es bailarina y aún así arriesgó y se involucró con la obra. Dio una buena versión del papel, y aunque yo no vi ni a Silvia Pinal ni a Angela Lansbury, su interpretación me agradó lo suficiente para decir que no todo lo que se dice es cierto.

También destacar las participaciones aunque más breves de veteranos como Lorena Velázquez, Lupe Vázquez, Juan Antonio Edwards y Marco Uriel. Así como la participación del pequeño niño Franco Meneses que causó ternura y se llevó una gran ovación pese a su corta edad (calculo que tiene aproximadamente 6 años).

El vestuario me pareció bonito y de buen gusto y muy adecuado para cada personaje. La escenografía está resuelta por medio de pantallas gigantes como un buen recurso tecnológico y muebles que visten a esta.

El trabajo del ensamble es muy correcto y aunque no me quedó claro si estos cantaron en vivo o son coros grabados, me da gusto ver que cada vez hay más gente trabajando en los ensambles de las obras musicales con mucha calidad y compromiso.

En conclusión Mame es un musical que disfruté, pese a su larga duración y que en un principio consideré innecesario el segundo acto. Las aventuras de la loca tía Mame son dignas para verse un día en familia o para perder el estrés citadino.

Qué no esperar: No esperes del elenco el famoso "triple threat" perfecto que todos los amantes del género estamos empeñados en ver.

Qué sí hay: Un elenco entregado que sale a divertirse y dar lo mejor de ellos en cada función, lo cual se nota... Risas, coreografías espectaculares, numeros grandiosos y un rato ameno.

Lo último que me queda decir es: ve a verla y basa tu opinión en tu propio criterio, yo sólo confirmo que al final esto del arte es subjetivo y todos tenemos derecho a opinar como espectadores.

Mame, el musical se presenta en el Teatro Hidalgo, ubicado a espaldas del Palacio de Bellas Artes con funciones los días viernes a las 5:30 y 8:30pm. Sábados 5 y 8:30pm y Domingos 5:30 pm.

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